¿Alguna vez te has despertado a media noche por un
sueño trágico sobre el día de tu boda? Y
trágico me refiero a cosas como: “Llegué
a la iglesia y no había nadie” o “No
tenía cita para maquillaje” o “el
vestido que me ponía no es el que elegí”… Situaciones que casi a cualquier
persona no le parecería pesadilla, pero para alguien que está a punto de
casarse esto se convierte en una gran preocupación.
¿Qué nos quieren decir estos sueños? ¿Acaso nos están
anunciando que algo anda mal? ¡Para nada! Son simplemente reflejo de los
pendientes que acechan a los novios durante los meses que dura la planeación de
la boda.
De todas las “novias” con las que he tenido la fortuna
de compartir la planeación de su boda, que hasta hoy son cerca de 40, más de la
mitad de ellas llegaron algún día a una de nuestras citas, muy preocupadas
contándome de su pesadilla.
“Sunny, estoy súper
estresada, no sabes lo que soñé; que llegaba a la fiesta y empezaba a llover y
que todo estaba mojado; los manteles, las sillas, los platos… ¡ah! Y además no
eran los manteles que yo elegí… dime por favor que eso no va a pasar el día de
mi boda”
“Soñé que
llegaba a la fiesta y que no había nadie, que ningún invitado iba a la fiesta”
“Soñé que se me
hacía tarde y no llegaba a la misa”
“Soñé que no me
acordaba que ese día era mi boda y no llegué a la cita del peinado y el
maquillaje y hasta más tarde mi mamá me recordó que ese día me casaba y me tuve
que poner el vestido muy rápido y llegué a la misa sin pintar y sin peinar y
entraba a la iglesia llorando porque no me gustaba como me veía”
“Soñé que mi
vestido era de color rojo”
Y así puedo seguir platicándoles de todos los sueños
que me ha tocado escuchar a lo largo de estos años.
Según un artículo sobre las pesadillas publicado en la
Revista Internacional de Psicología y Tratamientos Psicológicos, las
pesadillas, en gran parte, no tienen un origen traumático, esto quiere decir
que no nos debemos alarmar.
“…en una gran parte de los casos el problema no tiene
un origen traumático sino que se relaciona con eventos estresantes cotidianos
como por ejemplo un embarazo, la ruptura de una relación afectiva, la pérdida
de trabajo, el inicio de la actividad académica, o un cambio de domicilio”
(Morales, Elena)1
Como vemos, no menciona la planeación de una boda,
pero sí eventos estresantes; y en muchas personas, la suma de la organización
de un gran evento, más formar una nueva vida ahora en pareja, más el cambio de
casa, más el viaje de la luna de miel, son un cúmulo de pendientes que
definitivamente tienen un efecto estresante en la mayoría de las personas.
¿Qué puedes hacer para minimizar el estrés y disfrutar
al máximo el periodo de planeación de tu boda?
Primero que nada, no hagas caso a esas pesadillas,
ahora ya sabes que no significan nada
malo, que son simplemente un efecto de que tu mente está ocupada en tantas
cosas relacionadas con la boda.
Segundo, lleva contigo una agenda o una libreta en la
que anotes todos los pendientes que vienen a tu mente durante el día y
asígnales un día para resolverlos. Por ejemplo, tal vez estás en la fila del
banco y te acuerdas que tienes que
mandar a hacer las invitaciones de la boda. Saca tu libreta y anota el
pendiente y la fecha en la que podrías ir con el impresor.
Checa los pendientes que vas anotando en tu libreta
para que vayas tachando lo que has resuelto, verás como tachar te va quitando
estrés.
Comparte con tu pareja o tus amigos más allegados tus
preocupaciones para que compartas el estrés y te platiquen sus experiencias, ya
verás que es más fácil de lo que piensas.
La clave para minimizar el estrés ocasionado por la
infinidad de pendientes es: una buena organización y planeación. Disfruta del
proceso y delega pendientes con tu pareja.
Fuentes
consultadas:
(1)
Morales EM. Tratamientos psicológicos de las pesadillas: una revisión. Revista
Internacional de Psicología y Terapia Psicológica 2004;4(1):11-36.
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